Esta carta es la número 16, y es símbolo del derrumbe. La caída desde lo alto como precio de haber cometido graves errores. Una suerte de justicia divina frente a la arrogancia del ego o las malas acciones. Puesto que esta destrucción está motivada por la forma errónea en que se concibieron los hechos.
Son actos o posesiones fundadas en cimientos no dignos del ser humano. Ya que se entiende como objetivo el hacer de nosotros mismos seres honestos y liberarnos de toda fuerza negativa que se interponga en la vía del buen camino.
Como ejemplo de aquello nos muestra la destrucción de la Torre de Babel. Cuyo origen mitológico explica la diversidad de idiomas de la humanidad. Y es el motivo por el cual también se le llama “La casa de Dios”. Representa hombres cayendo de la torre, una lengua de fuego y piedras desmoronándose.
La intención de esta carta nos advierte del daño futuro, sino encausamos nuestras acciones. Nos advierte que es momento de enmendar lo negativo, antes de que se produzca la destrucción.
Es significado de lo inesperado. Un golpe que nos desequilibra a riesgo de descender al abismo. Pero también nos ofrece la oportunidad de reconstruir, pero sobre bases sólidas.
También puede representar un escape o liberación, el riesgo de sufrir algún accidente o la presencia de una actitud desesperada o suicida.
En su forma invertida nos habla de una gran confusión para nuestra vida. De no saber disculparse y reconocer errores propios, así como también de haber juzgado a alguien erróneamente.
En los aspectos laborales significa un cambio inesperado de nuestras actividades, o la pérdida de la fuente de trabajo.
En el dinero, presagia una etapa de ruina económica. Y en la amistad nos motiva a hacer cautelosos con nuestras amistades. Puesto que son fundadas en hipocresía o sentimientos mal habidos.
En la familia y el amor son discusiones, rupturas, distanciamiento, algo se ve desmoronado y pone fin a la armonía. Y en aspectos de salud debemos tomar precaución con nuestro hígado y los riñones.
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