Esta carta forma parte de los arcanos mayores. Su naturaleza de constante movimiento la hacen ser augurio del comienzo de un nuevo ciclo. La inconstancia y la mutabilidad van unidas de la mano, conjugadas en caídas y elevaciones producto de la acción u omisión de los actos.
Esta carta nos advierte de la fragilidad de la permanencia, presente siempre en ella los cambios que nos ponen en un extremo opuesto al anterior. A veces con un descenso repentino, entregado por las influyentes vueltas que el destino pone [Leer más…]