El Diablo es de la carta que representa la esclavitud del mundo material.
El Diablo es de la creación del hombre, y representa la esclavitud del mundo material. El Diablo es todo lo contrario a lo del arcángel San Miguel (sobre la carta de la Templanza). Tiene cara, cuernos de cabra y alas de un murciélago. Sus orejas de burro indican que es un poco terco y obstinado. Su mano derecha tiene el símbolo de Saturno en la palma de su mano, que muestra la inercia y las limitaciones. En la mano izquierda, el sostiene una antorcha ardiente, haciéndonos saber que él está empeñado en la destrucción. Debajo de él, aparecen dos figuras desnudas y encadenadas, la mujer tiene una cola que termina en un manojo de uvas, lo que sugiere el mal uso del vino de la vida, y la cola del hombre simboliza el mal uso de los signos del zodiaco. Ambos están encadenados al Diablo a causa de sus propias pobres decisiones, que nos recuerda que el mismo diablo es un hombre hecho para construir.
Cuando el diablo se aparece en una tirada de Tarot, es una mirada puesta en el descontento y la depresión, o en un posible estancamiento emocional. Esto también puede indicar de alguien que está muy ligado a lo material y que descuida los aspectos espirituales de su vida. El Diablo es la carta de la adicción y de la mala toma de decisiones.
De manera invertida, la carta del Diablo retrata una imagen mucho más brillante, como la supresión de las cadenas de la esclavitud material a favor de la comprensión espiritual. Este es un indicador de patear los malos hábitos, la superación de las adicciones, la superación de la soberbia y de las opciones más sanas.
Lo material no siempre es lo más importante!