El Loco se prepara a emprender su viaje, y no es consciente de las dificultades y los peligros que puede estar delante de él. El Loco es una rareza en los Arcanos Mayores, porque a diferencia de los demás, este es libre, es el bohemio por excelencia y natural. El vive en su propio mundo sin importarle nada, no es fácil de comprar o seducirlo.
El es innumerable, y se representada por un cero. En la época medieval, el Loco era conocido como un bufón, un inocente a los ojos de los dioses, y como tal podía salirse con la suya diciendo todo tipo de cosas inapropiadas. De hecho, el Loco se puede decir o hacer como le plazca. El Loco es tradicionalmente retratado como un joven, a menudo un poco en el lado andrógino. Se le ve exquisitamente feliz, casi como si estuviera soñando despierto, y sin embargo no parece darse cuenta de su alrededor así estuviera a punto de bajar a un acantilado. De hecho, cuando el Loco aparece en una lectura de Tarot, es un signo seguro de que una nueva aventura o viaje está a punto de comenzar. El Loco representa un momento de grandes cambios y con gran aventura. El Loco es el agente de la fortuna, y a pesar de los posibles riesgos desconocidos o que tenemos por delante, vale la pena seguir el corazón y aceptar los nuevos cambios. El Loco enclava aquella frase que dice “el que no arriesga no gana”
Cuando invierte, el Loco indica una tendencia a «mirar antes de saltar». Piensa antes de actuar, y acepta a que la falta de atención a los detalles podría conducir a costosos errores más adelante.
Algunos rasgos son:
Trabajo: Un autodidacta y emprendedor, sin jefes, ni le gusta el control a su mando de nadie.
Dinero: Increíblemente no le da valor al dinero. Lo que gana igual lo gasta, no es precisamente de los tipos que ahorran.
Amistad: El tiene muchas y hasta buenas amistades, pero sin ataduras de ninguna especie.
Familia: Bien pero siempre manteniendo la distancia.
Amor: Verdadero, exquisitamente puro y es de los que no esperan nada a cambio.