Los grupos de las cartas del Tarot se dividen en cuatro clasificaciones:
Oros
Bastos
Copas
Espadas
Se trata de un ingenioso sistema para ayudar a la mente, la psique y el alma en la más profunda interpretación de los sutiles matices de una realidad.
El propósito de las cartas del Tarot es clasificar las cuatro grandes áreas de la vida. La idea subyacente puesta aquí es en cada una muy diferente de la otra, pero en general todos somos en definitiva los mismos porque cada individuo se someten a similares experiencias de la vida en nuestro camino.
Es decir, casi todos nosotros hacemos frente a los pensamientos, emociones, finanzas, salud y todo tipo de relaciones sobre una base diaria. Estas características básicas de la vida son inevitables e ineludibles para todos los seres humanos.
Los creadores del Tarot entiende esto, y es así que crearon las cartas del Tarot para clasificar cada uno de estos temas por separado, ello lo hicieron para que los intérpretes de las cartas pudieran captar más claramente la esencia de la imagen de manera más grande y dimensional.
Paradójicamente, al dividir los cuatro aspectos principales de la saga humana, nuestra mente es capaz de magnetizar todas estas piezas juntas en una obra maestra con todas las funciones conjugadas. Eso es lo que hace mejor la psique y a su vez este es también el proceso de interpretación del Tarot. En esencia, el Tarot está diseñado de la misma manera para la adaptación de nuestra psique. Por ello, el Tarot, a día de hoy, sigue siendo el oráculo más utilizado y la herramienta de mayor desarrollo psíquico (“estandarizado”).
Ya regresaremos para ampliar más del conocimiento de los 4 palos del Tarot…